lunes, octubre 25, 2010

“Defiendo un modelo de país”

“Estoy en un proceso de cambio personal en el que me han sucedido cosas muy hermosas”, cuenta Peña a NU, a pesar de las críticas que está cosechando por su postura oficialista y de que, como ella misma afirma, ciertos medios la invisibilicen.

Cuando uno ve que una mujer modifica su look, es porque en su vida se están produciendo cambios importantes. Florencia Peña no es la excepción. Con pelo corto y oscuro e impecable traje al tono, toma la posta en la presentación del documental Cuando dije basta, sobre violencia de género. Después, responde las preguntas de NU, seria pero simpática a la vez.

El artista y la política

–¿Tu postura política no cuestiona un poco la función del artista, de solamente entretener?
–Sí, y también eso de que nuestra función fuera tener que trabajar solamente en canales privados. A mí me enorgulleció cuando Canal 7 puso al aire Ciega a citas. Nadie pensó el éxito que iba a tener o que fuera parte de un negociado. Lo primero que dije, como actriz, fue “¡Qué bueno!”. Una serie que hacía 3 puntos, y tuvo una repercusión muy importante. Yo quiero volver a esa tele. No me interesa un producto de 25 o 30 puntos de rating y que haya que matar a la madre para que eso suceda. No somos actores de moda. Esto es algo que charlo mucho con mis pares. Necesitamos que la ficción vuelva y más que nada en un canal como el 7, que está tomando prestigio día a día. Ninguno de los actores que convoqué me puso algún reparo o dijo “Che, ir al 7…”. Por otra parte, hay muchos actores sin trabajo en la Argentina. De hecho, en relación a la Ley de Medios por la que muchos de nosotros estamos pidiendo, entendemos que es necesario que se contemple más ficción en la televisión ya que se está perdiendo ese espacio. No digo que lo otro no tenga que existir; creo en esa dualidad.

–¿Que te pareció lo que dijo Hebe de Bonafini en la marcha a Tribunales por la aplicación de la Ley de Medios?
–Mirá, a Hebe no la voy a criticar y te voy a explicar por qué. Hay que ver desde qué lugar se plantea todo. La conozco a Hebe. Soy mamá y no sé que hubiese hecho si me hubiesen desaparecido a mis dos hijos. Es una persona que luchó mucho por la Justicia. Entiendo que tuvo un contacto con la Justicia que no es la de hoy. Entiendo que esté dolida y que no terminó de cerrar esas heridas con esa Justicia. Aunque me parezca que es extrema su posición y que tenga el establishment mediático en contra, yo la respeto mucho y la banco porque puedo estar de acuerdo o no con muchas cosas, pero fue una de las mujeres que más hizo por la Justicia en este país. Nunca pidió pena de muerte o hizo justicia por mano propia. Siempre pidió justicia. El hecho de que haya tenido un exabrupto no significa que se pueda tomar literalmente así. Además, me parece que en la vida cotidiana uno también dice cosas así, de la cuales a veces se arrepiente. Me parece que hay que tomar más los hechos que sus palabras con respecto a su lucha. Estuve en esa marcha y hubo un montón de gente que habló diferente de lo que dijo Hebe, y eso no se levantó. La banco a Hebe aunque algunas veces no concuerde en todo lo que diga. Yo quiero una Argentina así, en la que todos nos podamos expresar aunque a veces no estemos de acuerdo. Obviamente que no voy a pedir un discurso reivindicatorio de gente como Videla.

–¿Qué opinión te merece que sean las mujeres las que más descalifican a Cristina?
–Esto refleja el machismo que hay en muchas mujeres, y las cosas que no quieren ver y que van más allá de estar a favor o en contra. Para mí, Cristina es una mujer muy inteligente. Hablo de mí porque entiendo que puedo respetar todo tipo de proceso. Me hicieron una especie de escrache por internet con respecto a la posición que tengo sobre el aborto legal. Podrían haberme escrito “No estoy de acuerdo con vos” y yo hubiera entendido. En un foro dijeron cosas horribles como que “mis hijos se quemen en el infierno”. Entendamos que estamos en un proceso de cambio y de debate de varias cosas que se están poniendo sobre el tapete. Hay temas que necesitan atención inmediata para que continúe esta construcción que se está haciendo de una Argentina más justa.

–Igual, tu posición es fuerte e imagino que se te habrán cerrado puertas.
–Estoy en un proceso de cambio personal y han sucedido cosas muy hermosas. Se han cerrado muchas puertas pero las que se han abierto tienen mucho más que ver con lo que estoy viviendo. Hay medios que me invisibilizan. Todos sabemos a quién nos referimos aunque, por ejemplo, con La Nación tenemos pensamientos opuestos pero la otra vez me pidieron hacer una nota y les dije que sí. No tengo problemas en darles una nota. Además, estoy con un tema bastante importante, como el de género, y los medios a los que me refiero no aparecieron para cubrir el tema y seguro no van a incluir al documental en ninguna agenda.

–¿Y te bancan los actores?
–Sí. Totalmente. Hay actores a los que les preocupa lo que estoy haciendo. Además, muchos entienden que por mi ideología esté también mucho más expuesta. Por otro lado hay gente que piensa que la politización de los actores no debería suceder. En mi caso, yo no estoy defendiendo a un político sino un modelo, y voy a defender estas causas en las que creo aunque el que esté en el Gobierno no se llame Kirchner de apellido. En Estados Unidos y muchas partes del mundo, actores de los más prestigiosos participan en política sin ningún problema. Mucha gente hizo campaña para Bush y otra tanta para Obama. Nadie le dijo a Sean Penn que es un pelotudo o un idiota por haber apoyado a Obama, que se haya vendido o que cobra por eso. Mirala a Susan Sarandon, una mina grosa y prestigiosísima que tiene unos huevos terribles y va a los Oscar y dice las cosas que dice. Entonces ¿por qué dicen que a mí me pagan? ¿Cuánto deberían pagarme para que vaya y diga un discurso? ¡Sería un bluf!

–Lo tuyo pegó mucho en la sociedad porque no se te conocía en este rol de militante sino como comediante, como actriz.
–Para mí está bueno. El cambio es interno y no tengo por qué arrepentirme de nada. Está bueno dejar de ser simplemente una actriz de comedia para participar de lo que ocurre.

–¿En tu casa se habla de política?
–Sí, ¡y no sabés cómo! Además, Mariano viene ya con una mochila bastante pesada de haber militado, y en lugares marginales; una mochila que es mucho más pesada que la mía. Yo era una persona que no se metía mucho, que miraba más que nada de afuera. Quiero llevarle luz a la gente. Ojalá tenga una vida larga para poder llevarle alegría a la gente, y desde la televisión se pueden hacer muchas cosas. Ojalá mi productora sirva para llevar materiales y contenidos distintos, y sirva para llevar alegría. Que pueda hacer reír y divertir al mismo tiempo que brinde contenidos.

–¿Te ofrecieron algún cargo?
–No, para nada. Mi manera de participar en política es como una ciudadana dando mi opinión y participando como pueda. Soy madrina de un programa del Ministerio de Salud por el cáncer de mama. Voy a participar siempre en causas que me interesen.

De mujer a mujer

–¿Cómo surge la posibilidad de Cuando dije basta?
–Ya venía trabajando en un proyecto sobre violencia de género. Las mujeres sabemos de qué se trata esta historia pero fue mucho más contundente tomar este material y empezar a entender el problema y lo trágico que muchas veces es el final de estas historias. Hace poco se encontró muerta a una mujer que había estado desaparecida. Cuando vi el caso, me transportó al documental. Era idéntico a todos los casos y en particular a la historia central. Muchas mujeres podrían haberse salvado si hubiesen tomado más conciencia al respecto. Lo que más me atrajo de este proyecto fue la situación de poder dar esperanza. A ver, el tema existe y no vamos a negarlo. Cuando uno va a terapia y quiere cambiar algo, primero hay que reconocer el problema. Lo planteamos y, a partir de ahí, podemos trabajarlo. Se están haciendo muchas cosas y hay muchas por hacerse. Un punto interesante que plantea el documental es el “empoderamiento”; que las mujeres puedan sentirse fuertes para salir de ese círculo de violencia y que comprendan que hay gente afuera que las está respaldando. De a poco, esto va sucediendo. Hay refugios, hogares, pero todavía muchas mujeres tienen miedo de salir, de hablar, de pedir ayuda. A veces, cuando hacen la denuncia, la policía no se comporta de la mejor manera. Parte del hecho de estar acá es porque en las primeras reuniones se dijo: “Vamos a plantear el problema y también las soluciones”. Que las mujeres entiendan y se concienticen que primero está en sus manos salir de esto. Hay una solución y también profesionales idóneos para ayudarlas. Espero que este documental ayude un poquito a tomar conciencia a las mujeres que aún tienen miedo, y que las que estamos cerca de algún caso podamos ayudar.

–Como miembro de la colonia artística, ¿cómo ves que se está tomando el tema en los medios, más que nada por situaciones como la de Victoria Vanucci o de Matías Alé y Silvina Escudero.
–Primero, es un tema que es necesario abordar. Es terrible decir que se puso de moda como así parece. Más allá de eso, las mujeres entendemos que tiene que ver con ganar esos derechos que no tiene la mayoría de las mujeres. En numerosas ocasiones, esa cosa del hombre machista, el sexo fuerte, tiene consecuencias violentas sin que éstas sean solamente físicas, sino también psicológicas, económicas y sexuales. El tema me interesó siempre. Con respecto a los medios, me da mucha tristeza tanto el lugar que ocupa el hombre como el que le otorgan a la mujer; aunque también es una decisión de las propias mujeres ocupar otro lugar. Hace 30 años que trabajo en la actuación pero entiendo que cuando elijo un proyecto, pienso que es importante hacer valer mi poder como mujer, pero no desde el poder mediático, sino como mujer. Cuando veo ciertos programas y veo cómo muchas mujeres terminan ocupando ese lugar patético, me pregunto si son conscientes de que muchas mujeres las están viendo. Hay mujeres que necesitarían tener más ejemplos de aquellas más paradas en la defensa de sus derechos. Creo que las mujeres tenemos el derecho de elegir dónde trabajar, cómo queremos estar y cómo queremos trabajar. Ocurre que esos derechos son avasallados y nosotras deberíamos darnos cuenta de la posibilidad de salir de ese círculo. En el caso de este documental, los casos son más trágicos, ligados a la violencia física. Es muy doloroso pero cuando escucho en algún programa lo mismo que se ve en el documental, lo hacen parecer un show mediático. El salir a decir “él me pegaba” desde un lugar muy trivial y muy “a la que te criaste” merece una autocrítica de ambas partes. Es muy importante que nosotras aprendamos cuál es el lugar de la mujer y el lugar en el cual queremos estar.

–¿Tenías conocimiento de algún caso de violencia cercano a vos?
–No, no había conocido ningún caso de violencia cercano más que aquellos que después investigara a partir de este proyecto. Me impactó mucho el contacto con estas mujeres. Hace pocos meses, una de ellas salió de su hogar con su hijita. En el documental aparece llorando y diciendo que ahora es “feliz y libre”. Es muy fuerte la herida que deja esta situación. No es fácil para ellas tomar una decisión. Son muy valientes cuando la toman. También tuve contactos con la madre de una de ellas a las que el marido terminó matando. Una muerte que se podría haber evitado. Leí su causa y todas las denuncias que había hecho. El marido tenía una cautelar de no acercarse a ella pero al final se mudó al lado de su casa. El documental me impactó de muchas maneras.

Volver al 7

–¿Cómo va la producción de la nueva tira en el 7?
–Genial, estoy supercontenta con Sr. y Sra. Camas. Hace casi 20 años que no trabajaba en Canal 7. A los 11 estuve pero cantando en un programa llamado Chispiluz y después hice Hombres de ley, con Federico Luppi. Fue muy lindo regresar al Canal 7, reencontrarme con técnicos que todavía están de esa época y volver a hacer una ficción, con un elenco de Primera A integrado por Gabriel “el Puma” Goity, Carola Reyna, Pata Etchegoyen, Diego Ramos, Nicolás Scarpino, Damián Dreizik, Lola Berthet, Noralih Gago y Mirtha Busnelli. Se trata de un matrimonio que se dedica a ser consejeros matrimoniales y pone un centro. Es toda una parodia a lo que sería la autoayuda. Va a ser una comedia-comedia, lo siento como una vuelta a las épocas de La niñera o Casados con hijos. Va a ser una comedia a full, al mango; el humor será blanco para toda la familia, sin sexo o tener que mostrar el cuerpo. Esto es lo que más me gusta y todos los que convoqué me dijeron que sí. Estoy muy contenta a pesar de las críticas que he recibido. Estoy haciendo lo que me gusta.

–¿Por qué el 7?
–Me fui a Canal 7 por dos razones. Primero, porque el rating empezaba a pesarme al igual que a muchos otros actores. Ahora parece ser que “somos lo que medimos”. Yo soy actriz; lo que tengo para dar no se limita sólo al rating. Para mí es muy importante que entendamos que nosotros damos esto y a veces nos puede ir mal o bien y no tiene que ver con nuestros talentos: soy la misma cuando hago un éxito que cuando hago un proyecto que no funciona. Tenemos que preocuparnos en ver qué podemos brindar como artistas y no tanto en lo que pide el rating. Por otra parte, Canal 7 propone que no tengamos que hacer un viaje a la historia ni estar presos del rating, sino hacer un buen programa. Estoy en Canal 7 porque a Tristán Bauer le interesó que esté. Sería faltarle el respeto a su intelecto si considero que me llamó por ser medianamente oficialista. Hay un montón de gente que no lo es y trabaja en el canal; y tampoco responde a ningún “negociado”. Creo que me he ganado un lugar como para ir a trabajar al lugar que quiero.

–¿Terminaste bien con Canal 11?
–Recontra bien. Estuve muchos años allí y no había un proyecto en el cual me interesase estar. Además estoy ahora también en la producción, que es algo que me encanta. El actuar y producir en tele es una enormidad, por lo que estoy trabajando el doble de lo que sería si estuviese contratada. Ojalá podamos hacer una buena ficción, como dije anteriormente, con el staff que está trabajando con Adriana Lorenzón, como guionista y también productora. Además, soy una gran defensora del Estado y creo que el Estado, como canal, debe proveer una ficción comparable a la de los canales privados, sobre todo después de muchos años en los que Canal 7 fue vaciado. Todo esto tiene que ver con una militancia que va por el lado de hacer cosas. Nunca nada me movió más que el “hacer”. Hice las cosas que hice porque tenía ganas de hacerlas. Aún aquellas en las que me ha ido mal.



Fuente: http://www.noticiasurbanas.com.ar

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