martes, enero 19, 2010

La emoción de Flor tras la ovación de sus colegas.

Emocionada, agradecida y sumamente halagada. Florencia Peña no dejó de recibir afecto ni arriba ni abajo del escenario en una noche en la que volvió a honrar la escena luego de su reciente rol en “Frankie & Jhonny en el claro de luna”. Con ductilidad y marca propia, la actriz fue una de las figuras más ovacionadas por el público en el gran debut de “Un dios salvaje”, la obra de Yazmina Reza que revolucionó Broadway calificada como “un espectáculo para un conjunto de actores de primer nivel”.

Florencia fue reconocida por una opinión muy valorada, la de sus propios colegas en una pieza de excelencia. Numerosas fueron las visitas en su camarín tras la función en el Paseo La Plaza y por supuesto no faltó el apoyo incondicional de su marido, el músico Mariano Otero.

Gabriel Goity, Fernán Mirás, María Onetto y Florencia Peña, dirigidos magistralmente por Javier Daulte, logran conjugar el humor y la seria ironía en un canal que lleva directo a la reflexión. La historia narra el encuentro de dos matrimonios en diálogo para resolver un conflicto entre sus hijos: el pequeño niño de uno de ellos golpeó al del otro y le rompió su dentadura. Todo comienza con el compromiso de pago por los daños. Lo que empieza como una reunión de padres preocupados por el futuro de sus hijos, se vuelve en un “dime-que-te-diré” entre las dos parejas. Reza tiene una gran facilidad para hacer que sus personajes se quiten las máscaras y poco a poco sale a relucir la realidad de sus personalidades




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