martes, abril 10, 2007

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Después de un largo tiempo, una minivacaciones se actualiza el blog con una nota de Florencia Peña en La Voz

“Le temo a la mediocridad”

Dice que quiere descansar de la televisión y que, aun agotada, aceptó el desafío de protagonizar el musical “Sweet Charity”. También revela que quiere “desafiar esa cosa tan argentina de tirarse a chanta”.

El año pasado, Florencia Peña era la actriz de las sitcoms adaptadas, la dueña de las espaldas sobre las que descansaban las posibilidades de alto rating de Telefé. Sí, sí, gustaron mucho sus composiciones estereotipadas de Flor Finkel (La niñera) y Moni Argento (Casados con hijos), aunque no alcanzó, ya con 2007 en curso, a desarrollar como correspondía la brujita Samantha de Hechizada. Y ahora que todo gira en torno a Gran Hermano, Peña llega a las 100 funciones de Sweet Charity, una recreación del musical de Neil Simon, Cy Coleman y Dorothy Fields (programado en la actualidad en el porteño teatro Lola Membrives), y dice “sentirse liberada”. Luego precisa: “Lo que pasa con la televisión argentina es tan banal, que no participar es un alivio. No creo en la búsqueda del resultado como un objetivo válido. Cuando me embarco en algo, lo primero que pienso es si me hará feliz. Quiero que nos vaya bien, okey, pero el rating no es mi único objetivo. En la tele sólo importa el resultado, no el camino. Y en ese contexto, estoy orgullosa de que todos los trabajos que hice en el medio, antes que nada, me dejaron satisfecha a mí. El rating no es algo que nos pertenezca a los actores”.

–¿A quién le pertenece, entonces?
Es una lucha que no nos corresponde librar. Hay tantas razones por las que a algo le va bien, y otras tantas por las que le va mal, que no se puede descansar en una sola persona. En Hechizada, por más que tenía elenco “taquillero”, nunca supimos cuándo salíamos ni el target al que nos íbamos a dirigir. Cuando tuvo aire, había poco margen para experimentar. Y la televisión no es un arte acabado, se va modificando según el rating. Quedé liberada de esa situación.

–¿Tenés algún tipo de vínculo con Telefé?
–Sí, tengo un contrato hasta junio. Con la opción de firmar otro de exclusividad por todo el año. No sé qué voy hacer con respecto a eso. No sé si lo voy a tomar o no. No está en mis planes hacer tele, entonces no quiero estar atada a nada que me obligue a hacer algo que no tengo ganas. Estoy en un momento de transición, de cambio, de búsqueda.

Florencia Peña asegura sentirse plenamente satisfecha con Sweet Charity, una puesta que fue supervisada por personal norteamericano.
Sobre cómo vivió esa exigencia, expresa: “Fue alucinante. Fue la experiencia más excitante en la que estuve involucrada. Ellos la dirigieron, no sólo supervisaron. Y no nos conocían. Y lo mejor que nos puede pasar a los actores que contamos con cierta historia en el medio, es que venga alguien sin ningún tipo de información y analice qué es lo que tenés para dar. Sólo sabían que era popular aquí, cosas que les contaron. Pero lo que construimos juntos fue desde cero. Potenciamos nuestros talentos sin prejuicios”. Peña interpreta a Charity, una prostituta a la que le aflora la alegría aun cuando su vida no es de lo más agradable.

–¿A vos también te surge el buen humor en momentos ásperos?
Creo en el humor como una manera de salvación. Creo en el humor como una salida catártica y un medio de transformación de los dramas cotidianos. Trato de vivir mi vida con humor y luego trasladar esa energía al escenario o a la pantalla. Charity tiene eso que decís, esa cosa de vivir con la alegría que sólo te brinda la esperanza; de creer que las cosas se pueden modificar.

–Cuando empezaste con “Sweet Charity” estabas en plena labor televisiva. ¿Cómo te preparaste? ¿Resignaste academia?
–Hago musicales desde hace muchísimos años. Lo que pasa es que ninguno había demandado semejante exigencia. Charity era un desafío muy grande, porque había que cantar, que bailar. La obra demandaba de una técnica que no conocía y necesitaba aprender. La actriz televisiva fagocitó el hecho de que tomara clases de baile de canto y de baile cotidianamente. Los huecos no fueron muchos; encima fui mamá, formé una familia. Y las responsabilidades empiezan a pesar y las clases de canto y baile estaban ahí.

–¿Y entonces?
–Cuando surge lo de Charity, con este temor que le tengo a la mediocridad, o a esta cosa argentina de “tirarse a chanta total ya soy famosa y la gente me quiere”, me dije “aprovecharé esta oportunidad al máximo” y me puse a estudiar seriamente. Es curioso, porque después de las funciones viene gente y me dice “ay, quiero tomar clases porque veo cómo cantás y bailás”. Me entrené duro ahora pero estudio desde muy chiquitita, no sólo desde los tres meses previos al arranque. Me puse las pilas y empecé a tomar clases tres veces por semana. Y era un sacrificio, porque estaba haciendo tele en ese momento. Con ese entrenamiento, más los entrenamientos que suponen los ensayos, llegué al estreno muy sólida.

–¿Sentís la presión de hacer algo que te redima como actriz seria, una puesta en el San Martín, por ejemplo?
–No. Los encasillamientos son para bien o para mal. Sólo en Argentina pasa eso de que la comedia es un género menor. Si uno mira un poquito más hacia afuera y se enfoca en España, sin ir más lejos, verá que las actrices de Almodóvar son de las más consideradas del mundo. Y son comediantes. En la Argentina, por la ignorancia que hay, el comediante es menor. Hacer comedia es mucho más difícil que hacer drama. Hacer reír es un don. No es algo que cualquiera puede plantearse a la ligera. A ese don, lo tenés o no lo tenés. Me encanta hacer comedia, pero no quiere decir que, como actriz, no me interesen otros horizontes. De hecho, Sweet Charity es una comedia dramática. Pude demostrar que con la carrera y la popularidad que tengo, que no fueron conseguidas en el San Martín ni en el Cervantes haciendo cosas serias y aburridas, conseguí prestigio.

–Sarah Jessica Parker se quedó con el vestuario de “Sex and the city”, ¿te quedaste con la ropa de Flor Finkel?
–Aquí es muy distinto. No te quedes con la ropa de un canal porque te cortan las manos. Me quedé con algunas cosas de un vestuario más que interesante para quedárselo completo

Además Infobae publica:
"Estrella de Telefe dejaría el canal"

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