viernes, febrero 19, 2010

Flor Peña habla... ¿Por qué se va de Botineras?

Puroshow le realizó una entrevista exlusiva a Florencia Peña donde declara por qué renunció a Botineras, y dice sentirse molesta por los argumentos falsos que inventaron algunos periodistas.
La relación con el resto del elenco es genial y la decisión ya está tomada. Sin embargo los fans se siguen uniendo al grupo de Facebook que se opone a su salida. Ya superan los 1800!
http://www.facebook.com/pages/se-va-flor-de-botineras-y-no-lo-veo-mas/339051426994?ref=ts
La tira cada día suma más audiencia, pero ella no se siente conforme con el cambio de la historia.


Testimonio exclusivo de PUROSHOW. Luego de haberse oficializado la renuncia a “Botineras” (Telefe), Florencia Peña decidió hablar con PUROSHOW, primer medio. En el ojo de la crítica mediática y con la bandera en alto de su propia ideología respecto al medio televisivo y el “exitismo” del minuto a minuto,la actriz expone la verdad de su desvinculación a la tira, derriba mitos “malintencionados” sobre su decisión de un retiro "casi anunciado" a fines de 2009 y opina sobre el aparente ensañamiento de un sector de la prensa.

“Realmente soy fiel a mis necesidades artísticas y es por eso que preferí irme. Jamás abandonaría un barco si el barco me necesita, y Botineras ya no me necesitaba. Mi decisión tiene que ver con una cuestión ideológica con respecto a mi misma y más allá del producto”, con estas palabras, Florencia abre el juego de un diálogo claro y directo con PUROSHOW.
El por qué de una decisión “anunciada”: “Cuando Underground me convocó en un principio fue para trabajar en un proyecto que se llamaba ´Un año para recordar´, pero por algunas razones desembarqué en ´Botineras´. Sin dudas decidí apostar al ciclo porque tenía muchas ganas de trabajar con la productora de Sebastián Ortega, en un ámbito de propuestas estéticas diferentes e ideas renovadoras. Siempre que me embarco en algún producto es porque estoy convencida de que puedo aportarle algo”, comentó Florencia. “Me gusta actuar, componer, y Giselle (su personaje) me divertía a tal punto de encontrarle hasta un look físico. La propuesta concreta era encabezar una ficción en la cual la historia giraba en torno a un eje: las botineras. Interpretando a una especie de “madama” tenía posibilidad de meterme en un universo muy diferente al que venía contando en mi carrera. Desde el minuto uno creí en el proyecto, porque tenía que ver con mi criterio de elección: la búsqueda de algo nuevo que pueda ocurrirme”, relató Peña. “Pero la televisión es un medio extraño, porque las cosas que ocurren pueden no ser como uno las espera. Por más apuesta que uno haga, existen situaciones de cambios que nada tienen que ver con el nivel o entrega artística. No es que lo bueno funciona y lo malo no, en la tele no hay reglas. Aposté, pero la trama giró, el programa comenzó a salir en los horarios que no eran los originales, las pautas comenzaron a correrse por el éxito de otros ciclos como “Valientes” y todo se modificada de acuerdo a situaciones ajenas. Y a mi la tele me interesa siempre y cuando me de la posibilidad de un juego recíproco en el que nos aportemos algo nuevo. Fue entonces que todo comenzó a desmadrarse”, sentenció la actriz de “Un dios salvaje”, éxito de calle Corrientes. “Había sido contratada para encabezar una comedia y estaba haciendo un drama policial. Si bien es un género que me gusta, no tiene nada que ver con mi necesidad actual. Mi personaje estaba ligado íntimamente a las botineras, y con los cambios en la trama fue muy complicado encontrarle un lugar. Y hoy por hoy, elijo estar en lugares en los que se me permita crecer laboralmente. En este momento opto por serme fiel, podría cobrar un sueldo, grabar y dar vuelta la página, pero no tendría que ver conmigo misma, con lo que soy”, dejó en claro. “Siendo actriz de televisión, es la primera vez que me pasa algo así. Y ojo, quiero que quede claro que no se trata del contexto, porque Botineras hoy tiene otra historia que contar y la gente está respondiendo. Soy yo la que no se siente cómoda contando esa historia, nunca lo elegí. Soy una persona que trabaja conectada a la alegría, y cuando no logro establecer esa conexión, prefiero dar un paso al costado.”
“Antes de fin de año me reuní con Sebastián Ortega. De la reunión quedó: démonos la posibilidad de aportarnos lo mejor que podamos. E intentamos encontrarle la vuelta a mi estadía con el nuevo giro de trama. Pero en la tele siempre hay cambios y movimientos, a los que respeto, pero no coincidían con mi necesidad profesional. Lo intentamos, pero no funcionó. Lo planteé, se entendió, no tuve que pedir permiso porque soy libre de entrar y salir cuando crea conveniente y necesario. Es algo de lo que no puedo zafar, tengo que sentir que estoy en excelencia y eso me pasaba en el teatro pero no en la tele. Ahí fue cuando hice el clic. En la vida está bueno ser fiel a uno mismo. Creo en la sincronicidad, sé cual es mi ´aquí y ahora´. Es un convencimiento que supe convertirlo en un valor propio y creo que forma parte del mejor legado que puedo darle a mis hijos, esa coherencia”, reveló la actriz.
Su relación con el rating: el mito de la huída por la caída en las mediciones. “Hoy son muy pocos programas los que logran marcar 20 puntos, algo está pasando con el encendido más allá del momento especial que pudiese estar viviendo Telefe. Ya no se ven tantos éxitos de audiencia con excepción claro está de Valientes que arrasa con un público cautivo desde el año pasado. Mi decisión nunca tuvo que ver con el rating más o menos bajos. No me he ido de proyectos con menos rating. El ejemplo más claro fue ´Casados con hijos´, en un primer año donde el rating no acompañó en absoluto y lo defendimos a muerte. Y tampoco, jamás me subí a los éxitos y salí a hablar sobre si iba primera o segunda. El rating nunca me ocupó y mi carrera no está basada en mediciones. Los números no me convierten en mejor o peor actriz, ni tampoco me quitan lo andado en este camino. No se puede borrar tan fácil lo que uno construye. Realmente, el rating no es tema en mi carrera, que me vaya bien o mal en término de números no me interesa demasiado. Jamás he hablado del tema, ni para bien ni para mal, sólo pongo el foco en lo que me haba crecer. Por ejemplo, yo soy fanática de Meryl Streep. La gente se fija en cuánta gente mete por película?. Tener es ser? Marcar rating alto te hace mejor artista?. Yo no voy a entrar en ese juego, no hablaré nunca de primeros y segundos lugares, porque trabajo para ser feliz. Elegí actuar porque es un medio de expresión profunda en mi vida y lo pongo al servicio de mi felicidad. En eso soy auténtica y creo que es lo que a muchos les molesta".
El mito de la guerra de egos internos en el elenco. “Otra de las elucubraciones maliciosas que quiero tirar abajo. Si me estoy yendo de la tira es pura y exclusivamente por una necesidad personal, nada tiene que ver con mis compañeros. Y esto no tiene nada que ver con ninguno de los actores, no somos adolescentes, sino actores adultos y consagrados. Aquí nunca hubo puja de poderes, porque más allá de ser amigos tenemos bien en claro quienes somos y el espacio que ocupamos. Desde que comenzamos a grabar pegamos tanta buena onda que siempre que nos reuníamos extra laboralmente lo hacíamos en mi casa. Ahora bromean y me dicen: suponemos que vas a seguir poniendo la casa, no?. La despedida seguramente la haremos en casa. Si no hubiese sido por ellos, me hubiese ido mucho más rápido de la tira. El último día de grabación será muy triste. Dejar de interactuar con los chicos a diario va a ser algo de lo que extrañe mucho, pero este tipo de decisiones no son gratis.”
La despedida de “Giselle”, su personaje: “yo tuve mucho que ver en su nacimiento, hasta modifiqué mi aspecto en función de ella. Creamos una estética, jugué, me divertí y busqué. Da un poco de nostalgia, pero no me cuesta porque a Giselle se la devoró el naturalismo. Y ese naturalismo nos aburrió muchísimo. Será un buen recuerdo, pero lo dejo contenta e intentando que el personaje muera como empezó.”
Teatro vs. Televisión: “en el teatro he encontrado la posibilidad de desarrollo. Podría guardarme, pero soy arriesgada, cuando aparece un proyecto que me gusta corro el riesgo. Es por eso que podría volver rápido a la televisión. A mi me gustan las comedias en tele, pero las experimentaciones las hago en el teatro”. Por otro lado, Peña reflexionó: “estoy siendo repetida desde hace muchos años y con mucho rating. La sensación general es que nunca salgo de la tele. No voy a dejarla, cuando haya algo que me guste volveré. Creo en el aprendizaje. Botineras vino a hablar de algo que debía aprender, siempre fui productora de mis cosas, desde muy chica y nunca me asustó. Cuando quiero hacer algo lo hago, pero ahora debo aquietar mi cabeza. El teatro me está dando satisfacciones, y aunque no fuese el éxito que es, me pasaría lo mismo. Voy a buscar claridad y ver como sigo, amo actuar, y nada va a detenerme. No soy actriz taquillera ni de moda, soy actriz. El éxito es un estado como la felicidad, sin él la vida sigue andando y uno crece en el camino. Lo que sucede, no te pertenece. Nadie me detendrá, tengo fortaleza de sobra”.
El aparente ensañamiento mediático: “hay periodistas a los que, indudablemente, les molesta algo de mi y no sé que es. Pero no voy a hacerme cargo. Que cada uno vaya a terapia. No estoy de acuerdo con la falta de respeto ni la maldad en la divulgación de versiones como la de los celos profesionales y mi debacle profesional. Tengo muchos premios y muchos años de trabajo, no empecé ayer, todo lo que conseguí lo hice trabajando. Que el medio venda maldad le hace mal al ser humano. Tengo una vida hermosa y eso debe molestar. Puedo tolerar cualquier tipo de crítica profesional, pero no la falta de respeto de periodistas ´mala leche´. Quien me conoce sabe como me manejo con la gente y en el ámbito de trabajo. Soy una trabajadora respetuosa, pero primero de mi arte, de lo que elegí. Yo no hablo del éxito ni del rating, entonces: ¿por qué se me ataca por ahí?. Sepan que si ese es el camino para fastidiarme, no es efectivo”.

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