martes, enero 08, 2008

La Tapa de Clarín

Gracias a Emi que me ayuda con la "multimedia" del blog, les dejo la Tapa del suplemento Clarín espectáculos.

La nota del diario sigue:

De factura nacional

Diego Alarcón es el autor —junto a un equipo de guionistas— de Una de dos y trabajó en la adaptación de las tres sitcoms anteriores de Telefé, La niñera, Casados con hijos y Hechizada. "La idea se empezó a gestar con la dirección artística del canal, nos parecía interesante el tema del triángulo amoroso y la incompletud en la pareja, esa sensación de que siempre falta algo, sobre todo cuando en un matrimonio de 20 años se produce una meseta a causa del desgaste y la rutina", cuenta.

La historia arranca cuando Oscar (Luque), el marido de Eva (Peña) —una eficiente wedding planner—, se anota en un reality de intercambio de esposos con la ilusión de ganar un suculento premio. Quien llega a ocupar su lugar en la casa es Julio (Vena), un hombre sofisticado y elegante que es su antítesis. Eva y Julio se enamoran, y, mientras ella se decide entre ambos, les propone un pacto de convivencia sin sexo sujeto a reglas propias.Según la experiencia de Alarcón, escribir una sitcom tiene sus exigencias: "Es un género de esgrima verbal, los diálogos tienen que ser inteligentes y los remates son fundamentales, más allá de que nosotros tenemos nuestra impronta latina, más visceral y más sanguínea, más corporal y no tan mental".

Lo correcto y lo incorrecto

Silvina Lamazares

La chica que hace unos años decidió hacer de sus elogiadas curvas su mejor parodia hoy conserva esa mirada sin complacencia sobre sí misma. Sabe no sólo reírse de sus desventuras, sino que no se refugia en los eufemismos para recordar algún fracaso o minimizar algún éxito, en caso de ser necesario. Florencia Peña tiene ese sabroso condimento que escasea tanto en su medio: tiene autocrítica, tiene el descaro aplicado tanto para afuera como para adentro. Tiene una ilimitada capacidad para correrse del cumplido. Por eso, quizás, más de uno pueda decir —también ella, si se quiere— que alguna vez lo suyo suene "políticamente incorrecto". Lo cual, según cómo se lo mire, la convierte en seriamente correcta.

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