domingo, enero 06, 2008

Florencia Peña: Tapa Clarín Espectáculos

Entrevista de Florencia Peña que salió en Clarín espectáculos.

"El humor me salvó de ser una retorcida"

Después de casi un año sin pantalla, la actriz vuelve a mediados de enero por Telefé con su cuarta sitcom, "Una de dos. El amor en los tiempos del triángulo", junto a Fabián Vena y a Luis Luque. A los 33, habla del fracaso de "Hechizada", hace un balance de su carrera y dice sentirse incomprendida por el medio.
Por: Fernanda Longo
Escuché comentarios de que me hice entera, que me toqué la cara, nada que ver... El tema es así: cuando yo me operé las lolas, hace ya 14 años, me saqué muchísimo, y el médico me advirtió que, después de amamantar, me iba a tener que volver a operar, no para ponerme siliconas, sino para levantármelas. Lo único que hice fue eso: unas pinzas, en forma de T, para levantarme lo que ya tenía. Pero como estoy más flaca, ahora parece que tengo más. Y en la cara, sólo me puse aparatos, y con los aparatos puestos tenía la boca así, como el Guasón... Te digo algo: yo no me podría tocar nunca la cara. Por la cantidad de muecas que hago por minuto, si tuviera botox en alguna parte de mi rostro estaría dura, me muero, me mato...".
Florencia Peña habla y habla, locuaz y vehemente. Inteligente y no sólo ingeniosa, siempre dice más de lo que se le pide. A los 33 años, la actriz sabe dónde está parada: asume sus éxitos y sus fracasos, defiende sus excesos y, aunque transita lugares que pocas actrices de su generación se hubieran atrevido a explorar, confiesa que se siente "incomprendida" por el medio. "En una sociedad machista como la nuestra -reflexiona-, donde el humor lo hacen los hombres para reírse de las mujeres, que aparezca una mujer humorista que logre identificación popular no es tan fácil. Porque actrices graciosas hay miles, pero que puedan cruzar la barrera del under, sean populares y además valoradas artísticamente...".

Después de casi un año sin hacer TV (en el que estuvo dedicada al teatro con Sweet Charity), Peña vuelve en unos días a la pantalla con su cuarta sitcom, Una de dos. El amor en los tiempos del triángulo (Telefé, de lunes a viernes en horario central), la primera escrita para ella. La acompañan Fabián Vena y Luis Luque, dos actores con quienes nunca había trabajado y que, en la ficción, se disputarán su amor y compartirán una experiencia de convivencia sujeta a sus propias reglas.

Habías dicho que "Hechizada" iba a ser la última, ¿qué pasó? ¿Querías revancha?

Lo que pasa es que ésta es distinta, porque está escrita acá, es un personaje pensado para mí, que no hizo ninguna otra actriz, eso le da un vuelo distinto a mi cabeza...

"Hechizada" no resultó una buena experiencia.

Fue un proyecto difícil, costó mucho adaptarla, porque era muy vieja. Es una sitcom que tuvo problemas en todas partes, no funcionó ninguna remake. No estaba mal hecha, pero no era televisiva, tardábamos 20 días en hacer un capítulo, nos llevó un año hacer dos meses... De común acuerdo con el canal decidimos levantarla. Cuando la historia no engancha, no engancha. Había que dar vuelta la página.

¿Sentiste que ese fracaso comprometía tu trabajo como actriz?

No, mirá, yo hace mucho tiempo que hago lo que tengo ganas, para mí el éxito pasa por sentirme noble con mi necesidad y con mi elección, el resultado final no me pertenece, ni el éxito ni el fracaso. Yo asumo riesgos, cuando asumís riesgos estás más expuesto a fracasar.

¿Creés que el público no te creyó el papel de la esposa inocente y abnegada?

Y algo de eso hubo. Yo venía de hacer a Moni Argento, que era una guarra, el extremo de lo que se puede esperar de una mujer, Samantha era todo lo contrario. Creo que no era un personaje creíble para mí en ese momento. Peña asegura que aprendió más de sus errores que de sus aciertos: "Esto me sirvió para darme cuenta de que necesitaba parar. La tele es un negocio, y hay que tener cuidado de no caer en la vorágine del rating y las necesidades de la industria. Yo sentía que, en el último tiempo, estaba dejando que todo eso atentara contra mi actriz".

¿Qué va a tener este nuevo personaje que lo diferencie de los anteriores?

Soy más yo, sin disfraces ni pelucas, sin mohínes, es más quiet. Tiene una cosa muchísimo menos grotesca, más naturalista.

¿Fue una exigencia, para no repetirte?

No, se dio. Entendí que ya era momento de calmarme un poco.
¿Alguna vez te desestabilizó el éxito?

A mí lo único que me desestabilizó fue Son de Diez, porque todavía era una adolescente, no entendía nada de la vida... Ahí decidí dar un golpe de timón, dije "no quiero esto para mi carrera", me operé... Yo sabía que tenía talento, pero me costó muchísimo. Fue tanto esfuerzo llegar a ser quien soy hoy, postergué muchas cosas.
Das la imagen de estar siempre divertida, ocurrente. ¿No es una carga?

Es gracioso, porque yo en mi vida soy lo opuesto, soy una persona muy profunda y sensible. Soy la que se divierte, la que se ríe, pero también soy seria, muy concentrada y exigente, vivo con profundidad mis relaciones, amo locamente, sufro mucho... Yo creo que a mí el humor me salvó de ser una retorcida, porque no fue algo que apareció de entrada, ¿sabés? Lo fui encontrando de a poco.

El programa de Marley, ¿no colabora con esa imagen un poco frívola? ¿No te desperfila como actriz?

Sí, es verdad. Yo lo adoro a Marley, somos muy amigos, pero yo soy actriz. ¿Sabés qué pasa? Yo no tengo estrategia, no pienso qué van a decir, o si algo me va a perjudicar. Yo necesito que la gente compre cada personaje que hago, y estoy muy instalada como Florencia Peña, me doy cuenta en la calle: me tocan, me dicen ay, qué divina, soy como una prima... Y me preguntan cuándo vuelvo con Marley, porque es el único momento en el que me ven "a mí".
En octubre Peña comenzará el rodaje de su primer protagónico en cine, una comedia coproducida con España que es una remake de un filme de los '40. La ilusiona conquistar ese mercado, adonde planea, además, una vez que se estrene la película (en 2009), llevar Sweet Charity. "Esta vez no quiero atorarme -promete-, quiero disfrutar. Es algo que aprendí con los años, no quiero estar tapada de laburo, ¿para qué? Tengo un hijo divino, al que amo...".

Y estás pensando en tener otro...

Me encantaría, sí, pero veremos cuándo aparece. Mi hijo apareció cuando quiso, yo tenía un DIU puesto y estaba haciendo dos teatros y TV, así que vamos a ver. Por el momento estoy disfrutando mucho del hijo que tengo, con Mariano (Otero, su marido) nos acabamos de mudar, estamos viviendo un momento hermoso.

No hay comentarios.: