El juego de las diferencias (o no) Cómo fue el tránsito de la actriz por las tres adaptaciones de exitosas sitcom estadounidenses.
Lucila Olivera
Primero fue Flor Finkel en La niñera (2004). Después, Moni Argento en Casados con hijos (2005/6). Ahora, es la brujita Samantha de Hechizada (todas, Telefé).
Desde hace cuatro años, Florencia Peña le viene dando vida a las mujeres de tres de las sitcom más populares recreadas en el país.
"Flor es una súper comediante. Su capacidad es tanta que excede al personaje que le toque interpretar", opina Diego Alarcón, adaptador de las tres historias.
Y sigue: "La niñera fue como una fábula del se puede. Y todo, de manera genuina y con lo que ella tenía en el corazón". La nanny era una apasionada de la vida, le gustaba salir, bailar, cholulear y moría por Valeria Lynch. A pesar de no pertenecer a la clase social del señor Iraola, terminó casándose con él y ayudando a quienes fueron sus hijos del corazón.El opuesto fue Moni Argento. Guarra y antimodelo de madre y esposa, era tan egoísta que podía gastar la cuota del mes de la hipoteca en hacer shopping. O participar en un concurso de cuarta para ganarse... el almuerzo del día. "Era como una Ferrari carnal. Se hacía cargo de su cuerpo (usaba ropa ajustada, cinturones que le marcaran bien la cintura) provocaba. "La falta de apetito sexual de él después de tantos años y poder llegar a fin de mes eran sus conflictos", cuenta Alarcón. ¿Y Samantha? Es bruja —real y con poderes—, inmortal, romántica, naif. Pelea con su mamá, porque no quiere a su esposo. "Su marido no quiere que haga magia pero ella cree que así puede hacer el bien. Los efectos y la post producción potencian nuestra búsqueda: que sea una super heroína", concluye Alarcón.
Si bien es cierto que Flor, Moni y Samantha pueden tener en común algún que otro mohín o gesto, son tres personajes distintos en un solo cuerpo
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Una nueva nota que tiene a Florencia como protagonista...
Cosechadora críticas tan maravillosas como críticas tan ofensivas Florencia es hoy por hoy la actríz más comentada. Todos sienten la necesidad de dar su opinión, de dar su veredicto. Y eso, en cierto modo, esta bueno.
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