miércoles, septiembre 27, 2006

Entrevista a Florencia Peña

"Construí mi carrera sola"
La protagonista de "Casados con hijos" estrenará el 4 de octubre la comedia musical "Sweet Charity". Aquí dice que trabaja muy en serio y que, a pesar de su popularidad, cree ser reconocida como actriz. Laura Gentile
Además de agradable, entrevistar a Florencia Peña es una tarea algo desconcertante. Es que en lugar de la chica zafada, de risa incontinente que se develara tiempo atrás en los programas de viaje de Marley, aparece una mujer más bien seria, verborrágica y elocuente, con todo un discurso muy elaborado sobre sí misma.Vestida con una bata blanca de toalla, Florencia gesticula y mueve los ojitos marrón oscuro mientras la maquillan en el camarín del teatro Lola Membrives, donde el 4 de octubre estrenará Sweet Charity, el musical que el genial Bob Fosse llevó al cine, en una versión protagonizada por Shirley MacLaine.Una producción que lleva el sello del empresario rockero Daniel Grinbank, quien, además, es manager de Florencia Peña. ¿Manager de Florencia Peña? ¿El mismo Grinbank que sale en las fotos con los Stones, Bono, los Red Hot Chili Pepper?"Sí, es mi manager desde hace tres años. El me lo propuso", cuenta Peña. Son las 9 de la noche y Florencia se toma un break de los ensayos que se extenderán hasta las 12.
¿Y cómo llegó a representarte?
Por que es extraño.Sí, es extraño. Cada vez que le pregunto por qué quiso representarme me contesta que soy una actriz sin techo. Además, él es un tipo que se hizo de abajo y yo supongo que me ve así. Yo construí mi carrera sola, hago lo que me gusta, no pienso que tengo que trabajar en el San Martín para demostrarle nada a nadie. Yo soy una amante de lo que hago, tanto que necesité un tipo como Daniel para poder valorarme a nivel económico. Porque muchas veces, por las ganas de hacer cosas, me desvalorizaba en lo económico.Fue Grinbank quien el año pasado vio la puesta de Sweet Charity que protagonizó la actriz Christina Applegate en Broadway. La llamó a Florencia y le dijo: "tengo una obra para vos".A partir de ahí Florencia empezó a trabajar duro. Tres veces por semana clases de baile, dos veces por semana, de canto. Más las grabaciones diarias de Casados con hijos (Telefé), desde la 1 de la tarde a las 10 de la noche. "La joda en el canal —recuerda Florencia—, era a ver cuándo se cae muerta".
La obra cuenta la historia de Charity, una chica que trabaja en un burdel de Nueva York a fines de los 60. Y que, a pesar de su ocupación, es pura pureza y alegría. Se enamora de un contador llamado Oscar Lindquist, pero todo peligrará cuando él se entere de su verdadera profesión.Los ensayos son supervisados por Larry Raben, como director y Steven Freeman, supervisor musical. Y como director local, Enrique Federman. Director proveniente del off a quien convocó la misma Florencia.

¿Por qué lo elegiste?
Me encanta lo que hace. Y tenía la necesidad de que me dirigieran. La gente ahora me tiene mucho por la sitcom y ahí compongo personajes muy grotescos. Esto es muy naturalista y yo quería investigar por otras áreas.En distintos momentos de la charla Florencia insiste en aclarar que se toma muy en serio su carrera.

¿Por qué esa necesidad?
"A veces pareciera que los que hacemos humor somos triviales —responde—, y yo hace mucho que trabajo muy en serio, creo que fui revirtiendo mi carrera y logrando reconocimiento, aún siendo muy popular como soy".

¿Por qué decís revertir?
La realidad es que yo era "La pechocha". Pero en un momento decidí ser actriz. Nuestra carrera es una carrera muy profunda, pero muy trivializada, donde se mezcla todo. Una persona que sale en televisión no es un actor. Es más, no hay que ser actor para trabajar en televisión. Podés aprender el oficio y ser natural y no molestarle a la gente. Eso no te hace actor.

¿Sentiste en algún momento la necesidad de tener un aval?
Sí, mucho tiempo, cuando era más pendeja fue fatal. De los 18 a los 23 tuve una franja donde yo decidí cambiar el rumbo. Y entendí que no iba a suceder desde el afuera, sino que el cambio iba a ser mío. Y entonces empecé a producir mis cosas y a conectarme con lo que yo realmente quería hacer y no con lo que el medio demandaba.La charla se interrumpe porque llega su marido, el músico de jazz Mariano Otero. "Hola, mi amor". Beso. Otero se tira a un costado, en el piso alfombrado a escuchar.

¿Pero, entonces, a los 23 ya no tenías ningún problema?
No, yo siempre tengo problemas. Vivir bajo la mirada de la prensa te hace tener problemas hasta que te mueras. Y siempre tenés la sensación de que te van a criticar, y sentís que no te importan las críticas y te terminan importando. Yo sigo teniendo los mismos problemas que antes, la diferencia es que ahora soy más feliz, entonces puedo llevarlos sin que me afecten. Antes se me iba la vida en eso, ahora ya no, pero porque siento que lo que estoy haciendo me representa. Y bueno, al que le gusta está buenísimo. Y al que no ¡qué se le va a hacer!

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