martes, septiembre 23, 2008

Flor Peña fue tapa en Revista Luz

Antes que nada, y aunque estamos en vísperas de una gran bienvenida, tenemos que lamentar una triste despedida... ¡Fuerza Maru Botana!"El embarazo me conecta con mi sensualidad" Para el 26 de septiembre espera a Juan, su segundo hijo, y ya tiene planeado casi todo el año que viene, donde incluye una comedia en Telefé, una película y el musical Chicago. En una charla íntima, cuenta cómo la terapia la ayudó a valorar cada paso de su carrera y a equilibrar la maternidad con el amor y la pasión que siente hacia su profesión. Además, revela las ganas que tiene de ir más allá de la actuación, pensando en dirigir y en crear su propio programa de humor. Retrato de una mujer con iniciativa, que no puede quedarse quieta un minuto.

Con un vestido ajustado negro de buen escote y unas botas cómodas e invernales, Florencia se sienta en el comedor de su casa ofreciendo gentilmente un café para cortar el frío que hace afuera, típico de cuando el sol desaparece por el oeste dando una luz tenue y anaranjada.
No tiene ni una gota de maquillaje, pero se la ve radiante. No tiene la cara hinchada, ni los labios con demasiado volumen, característico de las mujeres que empiezan el octavo mes de embarazo.
Es que está completamente relajada, porque hace siete meses que no trabaja y pasa sus días disfrutando de su hijo Tomás de 5 años y fantaseando con cómo será eso de tener dos hijos (y varones). El que tiene previsto nacer por cesárea el 26 de septiembre próximo, se llamará Juan y mientras tanto, en la casa de Palermo que la actriz comparte con su marido, el músico de jazz Mariano Otero, se respira alegría, expectativa y felicidad. De vez en cuando se toca la panza, con una suave caricia y sonríe. De hecho, no puede parar de sonreír.

-Se te nota muy contenta...-

¡Sí! Lo que más felicidad me da de esperar un hijo es que tengo la sensación de que él me eligió a mí, y no al revés. Me había pasado con Toto y ahora también con Juan. Pareciera que uno los necesita, y este hijo vuelve a venir en un momento sumamente importante para mí.

-¿Por qué lo necesitabas? ¿Qué pasaba hace 8 meses?

-Nada en particular y muchas cosas al mismo tiempo. Toto llegó en un momento en el que yo no soñaba con la maternidad y estaba laburando mucho. Tenía la energía muy dividida entre varios trabajos. Y cuando él nació me ayudó a ordenarme. Fue el principio de mi gran cambio. Ya nunca más volví a hacer eso de agarrar 15 cosas a la vez y empecé a resguardarme más. Juan apareció en un momento muy similar. Venía con una saturación de laburo de muchos años sin parar en la tele y de hacer Sweet Charity y me vino genial frenar. Fue la primera vez en 25 años de carrera que no trabajé y eso me hizo muuuy bien.

-¿Pudiste disfrutar más de este embarazo?

-¡Sí, muchísimo! Igual el embarazo de Toto lo disfruté porque era más chica, y siempre estuve muy conectada con mi panza, haciendo El Show de la tarde con Marley y bromeábamos con eso. Lo súper disfruté. Con Juan es otro trip... no tener horarios me ayudó a dormir y si me pongo muchas obligaciones en el día siento que tal vez no las puedo cumplir. Estoy tranquila y hago cosas como masajes, gimnasia, clases de baile, de inglés y leo mucho. Además, estoy muy en contacto con Tomás, porque para él va a ser un cambio enorme. Para todos, en realidad. Pero me hizo muy bien dedicarle más tiempo, llevarlo al cine, buscarlo al jardín e ir a las reuniones de padres.

-¿No pensás que te va a costar volver a trabajar después de estar tantos meses tan tranquila?

-No, porque creo que es al revés. Creo que todo este tiempo me dieron más ganas y la energía necesarias para hacerlo. Amo lo que hago y no siento que ahora tenga una licencia de maternidad y que luego tenga que volver a la oficina. Lo necesito, porque para desarrollarme como mamá, también necesito desarrollarme como profesional. Voy a esperar el tiempo prudente para adaptarme a Juan, porque no sé cómo es tener 2 hijos y después quiero volver al ruedo.

-¿Y cómo sos como madre?

-Yo soy bastante atípica, porque soy una mamá que no me hago mucho rollo con la maternidad. No me lo hice con Tomás y tampoco me lo estoy haciendo con Juan. Los hijos y los padres tienen que adaptarse mutuamente, en el sentido de que Juan llegó a esta familia con estos padres y no son mejores ni peores que otros, son los que tiene. A Juan me lo voy a llevar a las grabaciones y al teatro. Convivirá con mi profesión, que si bien es compleja por los horarios, me permite estar con él. Ya me olvidé de cómo era esa época donde no dormís. Me pregunto ¿cómo saldrá éste?, ¿saldrá llorón?, ¿me dejará dormir? Tomás fue genial y tengo miedo que no se repita la historia…

-¿Tuviste alguna molestia con este embarazo?

-No, la verdad que tuve dos embarazos muy buenos y ni siquiera subí mucho de peso, aunque eso nunca fue una limitación. Muchas mujeres piensan que lo es, pero a mí me parece un mito. Yo embarazada me siento re-conectada con mi sensualidad y mi femineidad, aún estando con una panzota así.

-¿Te sentís más sexy estando embarazada?

-No necesariamente... (piensa unos instantes). Por momentos me mato de risa de mí misma, como que me miro al espejo y me siento una especie de tonel. Pero a la vez estoy absolutamente conectada con la mujer. Nunca pensé en eso de “mi marido no me va a mirar”. ¡Para nada! Yo no soy una mujer que esté todo el tiempo en pose seductora o sintiéndome una bomba sexy. No es así mi personalidad y el embarazo no me cambió en absoluto. Para mí la maternidad es parte de un todo, pero no lo es todo. Amo la familia que estoy formando, porque es mi cable a tierra, es mi casa y son mis hijos, pero también necesito realizarme como actriz y subir a un escenario. Necesito estar conectada con mi deseo. Eso es parte de quién soy.

-¿Podrías ser sólo madre?

-No, creo que me pego un tiro (risas). Admiro de verdad a las mujeres que les pasa. A mí no, y me re-hago cargo de eso y trato de manejar la maternidad desde el lugar que mejor les haga a mis hijos y a mí. A ellos lo que les importa es que los quieras, que los hagas sentir seguros. Cuando uno se sintió querido y valorado de chico, puede ir en busca de lo que quiera.

-Tenés todo muy en claro, lo que querés como madre y como mujer. ¿Llegaste sola a esa conclusión o fue con ayuda de terapia?

-Hago terapia desde los 18 años (risas). Yo creo que no es un concepto teórico en mi vida, porque lo aplicaba incluso antes de empezarla. Comencé porque la carrera que elegí es alucinante y muy cruda por otro lado. A veces me siento muy afectada por el entorno, por el medio, porque quizás se vuelve muy hostil, pero por otro lado, en la balanza no hay nada que me impida seguir haciendo lo que hago y hasta tal vez en un futuro incursione en la dirección. Tengo la sensación de que voy a hacer muchas otras cosas, más allá de actuar. Te puede ir mejor o te puede ir peor, podés hacer un éxito o un fracaso. Lo único que nadie me va a quitar es el camino que recorrí. Elegí la comedia y me encanta descubrir cómo divertirme y cómo divertir.

-Hablando de comedia, ¿cómo te cae que repitan tanto Casados con hijos?

-Entiendo que eso es parte del folklore televisivo. Ya no puedo enojarme, aunque nunca me enojó del todo.

-¿Te cansaste del formato sitcom?

-No, pero ahora no voy a repetir ese formato. La sitcom en la Argentina necesita un respiro y con mayor o menor suerte, ¡las hice todas! (risas).

-A algunas no les fue bien, como Hechizada o Una de dos...

-Hay tiras que gustan y otras que no. Un programa más o un programa menos no te afecta la carrera. Ni Fabián Vena ni Pipo Luque ni yo vamos a dejar de actuar porque nos haya ido mal en Una de dos. Eso es algo que uno rescata y aprende. En este momento me parece peligroso decir que llegaste. Nada está conseguido ni acabado, hay que buscar siempre. Eso te hace crecer. Y vendrán programas y obras de teatro en los que me irá genial y en otros en los que no. Por eso me causa gracia cuando veo gente nueva que aparece y desde un lugar soberbio y tan grande hablan de la “carrera”... es una ecuación tan simple. Lejos de enojarme, me dan pena. Alguien les tendría que decir que no sean tan ingenuos de creer que porque están en la televisión hoy, triunfaron. Hay una fama tan extraña...

-De ese tema trata Chicago, el musical en el que vas a interpretar a Roxie Hart, ¿cómo te preparás para el papel?-

Todavía no sé bien cuándo empezamos a ensayar, calculo que en el verano. En octubre se van a realizar los castings para todo el resto de los personajes, y yo, mientras tanto, estoy tomando clases de canto y de baile. Después que nazca Juan, voy a ir más veces por semana porque hay mucha danza y bastante difícil. Más que en Sweet Charity.

-Y además, vas a estar en televisión en 2009, ¿podés adelantar algo de qué va a ser?

-No, lamentablemente no. Lo único que puedo decir es que es una comedia romántica para el prime time de Telefé. También tengo que hacer una película, una comedia con la coproducción argentino-española y voy a tener que viajar.

-¿Para cortar un poco no te interesa el drama?

-Sí, en algún momento me va a interesar. Lo más seguro es que sea en cine o teatro. Si hiciera un dramón en tele estaría todo el día sórdida y me mato... Tengo ganas también de hacer un programa de humor propio, pero me asusta un poco. Estoy esperando tener el valor. Me encanta componer personajes, me re-divierte. Disfruto de disfrazarme, alejarme de mí y no me molesta afearme, al contrario. En El Show de la tarde, hacíamos muchos sketchs y analizando un poco mi historia puedo decir que ese programita hecho sobre la nada fue muy importante en mi carrera.(De fondo se escucha el sonido de un contrabajo y de una batería)

-¿Siempre se oye música en el ambiente hogareño?-

Sí, ese es mi marido que no para... (risas). La música está muy presente en nuestras vidas. A Juan todavía no le hizo ningún tema, y a mí me hizo dos. Él compone jazz contemporáneo y eso lo hace complejo como para un bebé, ¿no? (risas) Pero su música es hermosa y justo el otro día, que fuimos a comer afuera los tres, Toto nos pidió ir a una escuelita musical. Estamos re-felices porque queríamos que fuera su decisión y no algo impuesto. No podríamos estar más contentos con todo lo que nos está pasando. -

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